Qué considerar al pensar en el mecanizado de fresas de metal duro sólido
Qué considerar al pensar en el mecanizado de fresas de metal duro sólido
La selección de geometrías y recubrimiento para fresas de metal duro puede ser confusa, pero la evaluación de la operación determinará qué fresas de extremo son las mejores para el trabajo.
Uno de los aspectos más confusos sobre el uso de fresas de metal duro es la selección de muchos tipos de geometrías y recubrimientos. Al comprender lo que las geometrías y los recubrimientos pueden o no pueden hacer, la selección es tan fácil como uno, dos, tres. Al decidir por primera vez qué fresa final usar, evalúe minuciosamente la operación junto con el material que debe emplearse para obtener la forma deseada necesaria. El siguiente paso es decidir qué geometría funcionará mejor.
Por ejemplo, al realizar una operación de ranurado, a menos que se realice un corte ligero de aproximadamente .2D o menos, es mejor usar una fresa de extremo de dos o tres estriados. La regla general es usar menos flautas para cortes más profundos, con cuatro o más flautas para cortes ligeros. La razón de esto es la venerabilidad del embalaje de virutas que puede conducir a la destrucción del molino final. Si la máquina y el programa tienen la capacidad de trocoide, un método que se realiza mediante la activación de arcos circulares utilizando un molino final más pequeño que el ancho de la ranura, se puede emplear un mayor número de flautas. Dado que el molino final es básicamente corte periférico, menos calor y fuerzas permiten una mayor vida útil de la herramienta, acabados de mayor tolerancia y una mayor producción durante la misma cantidad de tiempo que tomaría usar el método convencional.
Cuando una operación de corte periférico o molienda lateral es parte de la aplicación y la eliminación de metal es motivo de preocupación, emplee una fresa de extremo estriada de mayor número con cuatro, seis, incluso ocho dientes.
Conocer los conceptos básicos de geometrías y recubrimientos y comprender lo que pueden y no pueden hacer es el primer paso para ayudarlo a decidir qué fresa final debe funcionar mejor para su aplicación.
La selección de geometrías y recubrimiento para fresas de metal duro puede ser confusa, pero la evaluación de la operación determinará qué fresas de extremo son las mejores para el trabajo.
Uno de los aspectos más confusos sobre el uso de fresas de metal duro es la selección de muchos tipos de geometrías y recubrimientos. Al comprender lo que las geometrías y los recubrimientos pueden o no pueden hacer, la selección es tan fácil como uno, dos, tres. Al decidir por primera vez qué fresa final usar, evalúe minuciosamente la operación junto con el material que debe emplearse para obtener la forma deseada necesaria. El siguiente paso es decidir qué geometría funcionará mejor.
Por ejemplo, al realizar una operación de ranurado, a menos que se realice un corte ligero de aproximadamente .2D o menos, es mejor usar una fresa de extremo de dos o tres estriados. La regla general es usar menos flautas para cortes más profundos, con cuatro o más flautas para cortes ligeros. La razón de esto es la venerabilidad del embalaje de virutas que puede conducir a la destrucción del molino final. Si la máquina y el programa tienen la capacidad de trocoide, un método que se realiza mediante la activación de arcos circulares utilizando un molino final más pequeño que el ancho de la ranura, se puede emplear un mayor número de flautas. Dado que el molino final es básicamente corte periférico, menos calor y fuerzas permiten una mayor vida útil de la herramienta, acabados de mayor tolerancia y una mayor producción durante la misma cantidad de tiempo que tomaría usar el método convencional.
Cuando una operación de corte periférico o molienda lateral es parte de la aplicación y la eliminación de metal es motivo de preocupación, emplee una fresa de extremo estriada de mayor número con cuatro, seis, incluso ocho dientes.
Conocer los conceptos básicos de geometrías y recubrimientos y comprender lo que pueden y no pueden hacer es el primer paso para ayudarlo a decidir qué fresa final debe funcionar mejor para su aplicación.
